Lo cierto es que tiene muy buena pinta. Y lo tiene por diversos motivos. Se trata de un motor eléctrico que se alimenta de la energía cinética que vamos generando con el pedaleo y que nos ayudará a recorrer las distancias con menor esfuerzo. Además, y aquí viene la parte geek, es que se conecta por bluetooth a nuestro smartphone y, desde ahí, permitirá gestionar y consultar datos de todo tipo: los más clásicos como distancia recorrida o velocidad media, y otros mucho más modernos como niveles de contaminación CO2, temperatura, humedad o estado del tráfico.
La idea ha sido concebida en el MIT y, ya que se conecta con nuestro móvil, con los datos que recopila mientras pedaleamos se podrá configurar un mapa de ruido, contaminación y otros parámetros de las diferentes ciudades donde se use, con la posibilidad de compartir incluso con Facebook todo lo que queramos con nuestros contactos.
A continuación tienes un vídeo promocional la mar de interesante. Si todo va bien, a lo largo de 2010 se comenzará a comercializar en todo el mundo, ya que se podrá acoplar a cualquier bicicleta, aunque hay que reconocer que esa bicicleta tan blanca es una auténtica belleza.
jueves, 17 de diciembre de 2009
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